Uno de los grandes retos de la psicoterapia online no es solo técnico: es humano. En la distancia virtual, los límites entre lo profesional y lo personal pueden diluirse fácilmente si no se cuidan. El entorno digital facilita el acceso, la inmediatez y la informalidad —pero esto puede poner en riesgo el encuadre, el vínculo y la eficacia de la intervención clínica.
Saber poner límites terapéuticos claros y sostenibles en la práctica online es un acto de cuidado hacia el paciente, el proceso y el propio terapeuta.
Qué significa poner límites en la relación terapéutica digital
Los límites en psicoterapia protegen la neutralidad, la seguridad y la consistencia del proceso. En la terapia online, esto incluye no solo cuestiones de horarios o duración de la sesión, sino también:
- Qué canales de contacto se permiten (¿es válido escribir por WhatsApp?).
- En qué momentos está disponible el terapeuta.
- Qué tipo de contenido se puede compartir fuera de sesión.
- Cómo se manejan los silencios, las cámaras apagadas o las interrupciones.
Límites más comunes en terapia online
- Horarios y disponibilidad fuera de sesión
Evitar mensajes fuera de horarios pactados. Establecer claramente los tiempos de respuesta. - Canal de comunicación único
Usar siempre el mismo medio (ej. email o app clínica) y evitar el uso de canales personales. - Sesiones con cámara activa
Salvo excepciones justificadas, mantener contacto visual es fundamental para sostener el vínculo. - Duración y frecuencia
Evitar extender sesiones constantemente o cambiar horarios sin anticipación.
Cómo comunicarlos sin dañar la alianza
La clave está en la forma y el momento. Se deben comunicar:
- Al inicio del proceso, en el consentimiento informado.
- De forma asertiva, sin rigidez ni confrontación.
- Desde el cuidado mutuo, explicando su función terapéutica.
- Utilizando ejemplos concretos de por qué se aplican esos límites.
Herramientas como Nijango facilitan esta claridad, ya que permiten entregar documentos, gestionar agenda, automatizar recordatorios y registrar acuerdos con el paciente.
Casos prácticos
- Paciente que escribe mensajes largos entre sesiones → Se puede responder validando brevemente y recordando el canal establecido.
- Sesiones interrumpidas por personas del entorno → Invitar a buscar un espacio privado como parte del encuadre terapéutico.
- Terapia con adolescentes que escriben por redes sociales → Reorientar al canal profesional, explicando el rol del terapeuta.
Conclusión
Poner límites no es distanciarse, es sostener. En la psicoterapia online, delimitar con claridad favorece el respeto, la seguridad y la profundidad del proceso terapéutico. Herramientas como Nijango te ayudan a profesionalizar tu consulta sin perder cercanía.